El arte reflejado en nuestro patrimonio, garante de nuestra historia, nos produce el deseo de conservación para preservar la identidad. Conocerlo, valorarlo es proteger nuestro legado cultural contribuyendo al bienestar social y económico y a mantener la memoria colectiva. Este entendimiento hace clamar por las extraordinarias pinturas del románico, patrimonio de Aragón, que fueron extraídas del Monasterio de Sijena y llevadas a Cataluña. Aunque las sentencias judiciales obligan a su devolución, los obstáculos inventados por la Generalitat y la implicación del Gobierno de la Nación, con actos enrevesados y espurios, han dilatado la vuelta a su lugar. Se estima o se espera que, en pocos meses, vuelvan al Monasterio para la restitución a su lugar de origen, será un momento de celebración para volver a disfrutar la pintura del autor. No conocemos su nombre... seguir leyendoseguir
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